España gracias a su localización geográfica
y a sus condiciones
climáticas es uno de los mejores lugares de la Unión Europea para la
instalación de centrales termosolares, ya que cuenta con muchas horas
de Sol al
año, además de muchos días despejados por su clima mediterráneo en una
amplia
parte del país, esto unido a la gran superficie del territorio nacional
proporcionan ventajas a la hora de construir las centrales
termosolares, ya que
estas requieren de una gran superficie.
Figura 1.
Mapa de
radiación solar de España por provincias.
Las primeras instalaciones termosolares españolas
se realizaron en
Andalucía, concretamente en Tabernas, Almería en 1981. El receptor era
tipo
torre de sodio fundido que alcanzaba temperaturas de 520 ºC y generaba
0,5 MW
eléctricos con unos 90 helióstatos con una superficie total de 3700 m2.
El sodio fundido se empleaba para generar vapor de agua que a su vez
movía un
motor Stirling acoplado a un generador eléctrico. La siguiente central
también
fue cerca de Tabernas en 1983. El receptor también de tipo
torre empleaba
vapor de agua a 520 ºC y 10 bar. de presión, y generaba 1,2 MW
eléctricos con
11.900 m2 de espejo en 300 helióstatos. Disponía
de un sistema de
almacenamiento térmico de sales fundidas, para poder producir por la
noche o en
condiciones de muchas nubes. El vapor alimentaba directamente una
turbina, o se
enviaba para calentar las sales fundidas. También durante los años 80
una de
estas torres solares funcionó de forma intermitente durante siete años
en
Manzanares, Ciudad Real. Llegó a producir 50kW. La superficie
acristalada tenía
un diámetro de 240 m y una superficie de 46,000 m2.
La torre tenía
10 m de diámetro y 195 m de alto.
En la actualidad se están construyendo multitud de
nuevas centrales
termosolares en la mitad sur del país como se puede apreciar en la
figura 2,
principalmente se dan en esta zona por las ventajas ya comentadas
anteriormente
de muchas horas de Sol anuales, días despejados y disponibilidad de
terreno.
Figura 2.
Mapa de la
distribución de las centrales termosolares españolas.
La implantación de este tipo de centrales se ha visto favorecida por
una serie
de razones como son: las políticas de reducción de emisiones de CO2,
para ser más autosuficientes e intentar ser menos dependientes de los
combustibles fósiles los cuales hay que importar en su inmensa mayoría
y por
que el Sol es un recurso del que se dispone ampliamente en España.