Sistema BOP
Las centrales termosolares son plantas de cierta complejidad técnica, con
tecnologías emergentes que en algunos casos no están suficientemente probadas.
Teniendo en cuenta la naturaleza de cada uno de los equipos y sistemas
implicados, es posible prever que estas plantas van a sufrir determinadas
averías típicas. Más del 80% de la carga correctiva de una planta termosolar
estará basada en las averías que se exponen. Repasando la lista que se detalla
en este artículo, es posible buscar medidas preventivas que las eviten,
reduciendo así la carga de trabajo la carga de trabajo del personal de
mantenimiento, los costes de explotación y aumentando la disponibilidad de la
instalación
Por Santiago García Garrido
Director Técnico RENOVETEC
Finalizado el
plazo para la inscripción en el Registro de pre asignación de retribución
establecido en el R.D. 6/2009 de 30 de Abril, se han registrado más de 30
plantas termosolares, con una potencia unitaria de 49,9 MW. Algunas de ellas
están finalizando su periodo de puesta en marcha, otras lo están iniciando,
bastantes más están en periodo de construcción y el resto están aún en fases de
tramitación de permisos y licencias y contratación de obras. El listado completo
de proyectos termosolares se publica, entre otros sitios, en la página http://www.renovetec.com.
Como algunas de ellas van a iniciar el periodo de explotación comercial, y
otras están en plena fase de diseño, es conveniente hacer un repaso a las
principales averías potenciales que pueden sufrir estas instalaciones, para que
conociéndolas, puedan adoptarse mejor las medidas preventivas necesarias.
AVERÍAS EN EL CAMPO SOLAR
Las averías más probables en el campo solar están relacionadas con el
equipo de transmisión de movimiento encargado de realizar el seguimiento solar.
Este equipo está compuesto por un grupo hidráulico y dos cilindros hidráulicos
por cada colector. En una planta con 160 lazos hay normalmente más de 600 de
estos grupos, con sus averías habituales (fugas de aceite hidráulico, problemas
diversos en bombas, etc.)
La siguiente avería habitual será una fuga de fluido térmico por alguna de
las juntas. Especialmente delicadas son las juntas rotativas, que ya han manifestado
su debilidad en algunas plantas. Por último, la válvula de regulación de caudal
que hay en cada uno de los lazos también será un punto delicado, y puede presentar
fugas y problemas mecánicos diversos.
En el campo solar, las fugas de fluido térmico por las
juntas rotativas, los problemas en los grupos hidráulicos y los fallos de las
válvulas de regulación de caudal a la entrada de los lazos son las
averías más habituales
AVERÍAS EN EL CICLO AGUA-VAPOR
Dentro del ciclo agua vapor, el tren generador de vapor es uno de los
puntos débiles de la instalación. Este tren está compuesto por cuatro
elementos: el economizador, el generador de vapor, el sobrecalentador y el
recalentador. La probabilidad de que sufran una fuga interior (o ‘pinchazo’)
que comunique el agua o vapor con el aceite térmico es alta, ya que el régimen
de arranques y paradas diarias de la instalación supondrá unas tensiones
térmicas cíclicas que terminaran provocando fatiga de materiales y hará que los
puntos más débiles (soldaduras y defectos en el diseño) queden en evidencia
incluso con pocas horas de operación. Dentro del tren de generación de vapor,
es el recalentador el equipo más débil, ya que las diferencias de temperatura
entre los extremos del lado aceite y entre los extremos del lado agua son mucho
mayores que en el resto de los intercambiadores que forman en tren de potencia
(más de 150ºC en ambo casos). El economizador también es susceptible de sufrir
corrosiones por ataque químico y por steaming (vaporización dentro de los tubos
del intercambiador)
Las trampas de vapor y las válvulas son otros de los puntos débiles del
ciclo propensos a sufrir averías, que si bien no serán excesivamente graves ni
costosas, supondrían una carga de trabajo constante para el personal de
mantenimiento.
AVERÍAS
EN EL BOP
En los sistemas auxiliares (BOP, Balance Of Plant) las averías más
habituales son exactamente las mismas que las de cualquier otra instalación
termoeléctrica. Así, los problemas en las membranas del sistema de ósmosis
inversa, las averías en las bombas de impulsión del agua de refrigeración, los
problemas de vibración en los ventiladores de la torre o la degradación del
relleno de ésta serán los que más órdenes de trabajo correctivas generen.
AVERÍAS EN LA TURBINA DE VAPOR
La avería más grave que puede sufrir la turbina de vapor es una fisura en
el rotor. Esta avería, cuya solución suele suponer la sustitución del rotor,
está favorecida por las condiciones de trabajo: arranques y paradas diarias en
el equipo, que provocan tensiones térmicas, dilataciones y contracciones
constantes que pueden hacer que cualquier defecto superficial del rotor
progrese y acabe suponiendo una fisura.
La sustitución del rotor supone un problema importante: ni el propietario
de la planta ni el fabricante suelen disponer de un rotor de repuesto, por lo
que es necesario fabricar uno bajo pedido. El tiempo necesario para tener un
rotor listo puede suponer más de un año, entre el periodo de fabricación y el
de espera hasta el inicio de dicha fabricación (slot de fabricación). Esta
avería, de indudables efectos económicos por suponer un largo periodo de no
producción de la planta, no está en absoluto considerado en la mayor parte de
los proyectos, de manera que si ocurre la planta tendrá que enfrentarse a unas
pérdidas millonarias hasta la finalización de la fabricación e instalación del
nuevo rotor.
Otras averías probables en la turbina son: fallos en cojinetes,
desalineaciones, desequilibrios y fallos diversos en la instrumentación.
La mayor parte de los fallos mecánicos se traducirán en un aumento del nivel de
vibraciones de la turbina, mientras que los fallos electrónicos supondrán
paradas o alarmas en el sistema de control.
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